“Vendimiar es el trabajo más primitivo y humano. Antes incluso de que el hombre aprendiera a cultivar ya era recolector, y frugívoro antes que carnívoro”.
Extraído del libro «Todo esto te daré» de Dolores Redondo.
El pasado 5 de octubre hicimos una escapada al corazón de la Denominación de Origen Valencia, Fontanars dels Alforins, donde habíamos quedado con Rafael Cambra para que nos contara sus proyectos en marcha y los sueños que están por venir.
Después de visitar la nave y explicarnos su trabajo de bodega (estaban prensando el forcallà de este año) nos marchamos al campo, a la parcela de la variedad arco de la cual hace el vino Casa Labor y allí nos encontramos a la simpática cuadrilla de vendimiadores trabajando.
Cuenta con 25 hectáreas de viñedo entre propiedad y arrendamiento, de las cuales elabora unos 100 mil kilos de uva. Viñedo rodeado de otros cultivos como son el cereal, el olivo y el almendro.
Apuestan por una viticultura lo menos intervencionista posible, así como por las variedades autóctonas de la zona como son la monastrell, arco, forcallá, además de las foráneas como la cabernet sauvignon y cabernet franc, que se han adaptado muy bien a esa zona.
Los vinos de esta zona reflejan esa calidez y ese sol que tiene el mediterráneo a través de esa fruta roja de color intenso, pero también esa frescura que da la altitud de la sierra de la umbría.
A Rafa le gusta decir que son una bodega de garaje, con los medios bastante limitados, pero dónde lo más importante es la calidad de la uva. Pero tiene en proyecto la construcción de una modesta bodega entre los viñedos de la cabernet franc y cabernet sauvignon. Quizás algún día hablemos del “vino de pago” de Rafael Cambra pero de momento, y con los medios que tiene, está haciendo las cosas más que bien en la terra dels Alforins.