Hace poquito hemos aprovechado nuestro parón invernal para conocer más de cerca una de las viticulturas más sorprendentes y fascinantes que existen, por la increíble capacidad de adaptación tanto del hombre como de la propia viña a un paisaje de lo más inhóspito, y es que viendo el aspecto lunar del terreno nadie diría que es posible la vida, y la viticultura no sólo lo consigue sino que lo hace dando vinos de gran calidad.
![](https://blog.elgastronomorestaurante.com/wp-content/uploads/2019/01/IMG-20190114-WA0002-1024x768.jpg)
A pesar de librar una gran batalla con la lava en busca de la tierra fértil, y de la escasez de lluvias (la pluviometría media anual es de 150 mm), la viticultura ha sido posible y el milagro se debe en gran medida a la llegada de los vientos alisios que condensan la humedad del océano sobre la porosa ceniza volcánica, que actúa a modo de esponja que retiene el rocío y se lo transmite a las parras durante el día.
![](https://blog.elgastronomorestaurante.com/wp-content/uploads/2019/01/DSC_1235v2.jpg)
En la viña han confeccionado hoyos de hasta dos metros de profundidad en forma de embudo en la capa de ceniza volcánica hasta llegar cerca de la tierra vegetal y en el fondo plantan de 1 a 3 vides por hoyo, construyendo para la defensa de las cepas del viento constante, muros de piedra en forma semicircular de 60 cm. de altura.
![](https://blog.elgastronomorestaurante.com/wp-content/uploads/2019/01/DSC_1237v2-1024x683.jpg)
La viña, predominantemente Malvasía, está perfectamente adaptada al medio y da una uva pequeña, de escaso rendimiento, pero de gran calidad por su equilibrio, sabor y perfume.
![](https://blog.elgastronomorestaurante.com/wp-content/uploads/2019/01/DSC_1271v2-1024x684.jpg)
Otras variedades que se elaboran en Lanzarote son: Listán Blanco, Moscatel, Diego, Burra Blanca, Breval, Pedro Ximénez, Listán Negra y Negramoll.