Cena & Viaje vitivinícola con Excelsia

El pasado jueves 27 de Junio tuvimos mucho más que una cena maridaje con Excelsia, ya que se pudieron probar caldos de algunas de las bodegas más representativas que Excelsia tiene por todo el mundo.

La cena empezó con el vermut rojo clásico De Padró & Co acompañada de la sardina ahumada con tártara de albahaca.

Entramos de lleno en el mundo del vino con Lionel Vigneron, enólogo de Excelsia, quién nos fue llevando por cada rincón del planeta de una forma muy amena y entretenida.

El primer vino era un espumoso muy diferente: Vardon Kennet Cuvée Esplendor 2013, propiedad de la Familia Torres, y por la versatilidad de este vino se acompañó con la ensalada de frutas con foie y láminas de trufa de verano y el revuelto de boletus y ajo negro con virutas de trufa de verano.

Nos marchábamos directos a Chile a probar una uva que jamás habíamos probado, la uva país con La Causa País 2016, un tinto muy frutal con pocas notas de madera que combinamos con nuestro Steak tartare (las patatitas de siempre iban acompañadas con ralladura de trufa de verano).

De ahí volvíamos al hemisferio norte pero nos quedábamos en América para probar una de las sorpresas de la noche: La Masía Chardonnay 2017, un chardonnay que se hace en California con barrica nueva francesa que es una auténtica delicia, y era el turno de la Lubina al hinojo con aire de calamar.

Nos trasladábamos a Piamonte (Italia) para probar Langhe Nebbiolo 2015, diferente a los tintos que estamos acostumbrados, como dice Lionel: o enamora o no gusta, pero que pensamos que encajó perfectamente con nuestro Entrecot al oporto con ralladura de trufa de verano.

Y por último Portugal, para ello nos pusimos manos a la obra con Last Candy un cóctel que elaboramos con Torres 15 años, Oporto Dow’s Fine Ruby y una nota de chocolate y naranja que combinaba a la perfección con nuestro postre: chocolate en texturas.

Ya solo quedaba sortear los 3 estuches del vermut Padró & Co, preciosos por cierto que hizo que algunos de los asistentes se fueran más contentos que otros, aunque eso si, todos satisfechos.

José Martínez.

Cena de aniversario con Marqués de Murrieta

El pasado jueves 23 de Mayo cumplimos otro sueño más: tuvimos el placer de recibir a la bodega Marqués de Murrieta en una noche que fue memorable por muchos motivos:

Iban llegando los comensales y les recibían las notas cálidas de Mara Ferrandis acompañadas de la guitarra de Tavi Asenjo. Durante la cena además acompañaron cada vino con un tema acorde a ese caldo.

La primera sorpresa de la noche llegó con la botella de Marqués de Murrieta del año 54 que conservo de mi padre con gran cariño, y que es una muestra más del gran vínculo que tenemos con esta bodega centenaria.

Beatriz García Del Pino fue la encargada de situar a los comensales en pleno corazón de La Rioja, en la Finca Ygay, contando de cerca el gran trabajo que se ha hecho en bodega en los últimos 30-40 años y sobretodo desde que Vicente Dalmau está al frente de este ambicioso proyecto.

El primer vino de la noche fue Pazo Barrantes 2017, el albariño que el grupo hace en Rías Baixas, y los platos que le acompañaron fueron sardina ahumada sobre carpaccio de calabacín y bocaditos de espinacas y gambas con romescu, y los músicos decidieron acompañar este maridaje con el tema Perfect de Fairground atraction.

Llegó el turno de Marqués de Murrieta Reserva 2015, el vino emblema de la bodega, que acompañó a la perfección a nuestro steak tartare, los músicos tocaron en esta ocasión Fly me to the moon de Frank Sinatra.

Luego dimos paso a Capellanía 2014, el blanco con alma de tinto que sorprendió a todos los asistentes y que combinamos con la merluza al curry verde, los músicos nos deleitaron con Una calle de París de Duncan Dhu.

Para terminar llega el momento seguramente más esperado para muchos, llega el turno de Dalmau, el vino más moderno, más expresivo, más potente de la bodega, y nuestra propuesta gastronómica fue el tournedós al foie natural, pero no sólo eso, sino que por la gran complejidad y versatilidad de este vino, también se acompañó con el postre: brownie de chocolate con helado de vainilla. Los músicos se lucieron con la canción Shallow, BSO de Ha nacido una estrella, y que se llevó un Oscar a la mejor canción, de Lady Gaga y Bradley Cooper.

Aún hubo un momento para agradecer a todos los comensales su presencia, a selección XXI por haber traído de la mano a la bodega Marqués de Murrieta, y para pedir un aplauso a todo mi equipo puesto que hemos cumplido el 34º aniversario, y seguimos haciendo historia con la mejor de las sonrisas.

José Martínez.

Lanzarote: viticultura extrema.

Hace poquito hemos aprovechado nuestro parón invernal para conocer más de cerca una de las viticulturas más sorprendentes y fascinantes que existen, por la increíble capacidad de adaptación tanto del hombre como de la propia viña a un paisaje de lo más inhóspito, y es que viendo el aspecto lunar del terreno nadie diría que es posible la vida, y la viticultura no sólo lo consigue sino que lo hace dando vinos de gran calidad.

A pesar de librar una gran batalla con la lava en busca de la tierra fértil, y de la escasez de lluvias (la pluviometría media anual es de 150 mm), la viticultura ha sido posible y el milagro se debe en gran medida a la llegada de los vientos alisios que condensan la humedad del océano sobre la porosa ceniza volcánica, que actúa a modo de esponja que retiene el rocío y se lo transmite a las parras durante el día.

En la viña han confeccionado hoyos de hasta dos metros de profundidad en forma de embudo en la capa de ceniza volcánica hasta llegar cerca de la tierra vegetal y en el fondo plantan de 1 a 3 vides por hoyo, construyendo para la defensa de las cepas del viento constante, muros de piedra en forma semicircular de 60 cm. de altura.

La viña, predominantemente Malvasía, está perfectamente adaptada al medio y da una uva pequeña, de escaso rendimiento, pero de gran calidad por su equilibrio, sabor y perfume.

Otras variedades que se elaboran en Lanzarote son: Listán Blanco, Moscatel, Diego, Burra Blanca, Breval, Pedro Ximénez, Listán Negra y Negramoll.

Cena maridaje con Marqués de Vargas y monólogo

El pasado jueves 29 de Noviembre disfrutamos una vez más de una cena maridaje con el grupo vinícola Marqués de Vargas, guiada por su embajador Omar Bravo y en la que en la sobremesa se pudo disfrutar del monologuista Rubén García mientras se degustó una copa de Hendricks o Barceló Imperial.

La cena empezó con el blanco que el grupo hace en Rías Baixas, Pazo San Mauro (2017), albariño 100% que encajó perfectamente con los dos primeros platos, muy diferentes por cierto entre si, el ceviche de corvina y las vieiras plancha con habitas tiernas y jamón ibérico de bellota.

Luego llegó el turno del vino insignia del grupo vinícola: Marqués de Vargas Reserva (2012) que se maridó con el steak tartare y con el suquet de lubina y gambas estilo albufera.

Y acabamos con Conde San Cristóbal (2014) el Ribera del Duero, un vino más potente que pedía platos con más contundencia, por lo que se sirvió la carrillera de ternera en su jugo y posteriormente el postre, una tarta sacher con mermelada de frambuesa.

Fue una noche más para el recuerdo, donde decir que disfrutamos es poco, y es que tuvo de todo: momentos de ovación a los cocineros porque la cena fue memorable, de reír a carcajadas con Rubén García que cada día es mas grande, de saborear los grandes vinos del Grupo varma, y de agradecer a todos que una noche así fuera posible.
¡¡Gracias!!

La magia de taparse los ojos

Cada día comemos más con los ojos, nos pasamos el día devorándolo todo visualmente, desde la comida hasta la publicidad o las redes sociales. Pero, qué pasaría si nos tapamos los ojos y nos guiamos por el resto de nuestros “casi olvidados” sentidos.

Hacía mucho tiempo que teníamos las ganas de ofreceros una experiencia diferente y única como es la cena de los sentidos. Así que nos pusimos a trabajar con Javier Serrano y su equipo de casitodoslossentidos para conseguir realizar un menú y adaptarlo a esa noche tan especial.

Ha sido otro sueño hecho realidad más, puesto que los asistentes disfrutaron muchísimo y fue un éxito total, pero nosotros también disfrutamos como pocas veces hemos disfrutado de nuestro trabajo, y eso es muy bonito.

No se puede contar mucho más de lo que pasó esa noche, primero porque hay emociones y sentimientos que no se pueden explicar y además porque esperamos que sea la primera de muchas cenas de los sentidos que hagamos.

Sólo os podemos contar que es una noche mágica y una experiencia que todo el mundo debería vivir con su pareja al menos una vez en la vida.

 

La jubilación de nuestro chef de siempre: Jose Antonio Balastegui

El tiempo pasa para todos y le ha llegado el momento de retirarse al único chef que ha tenido El Gastrónomo, aquel que empezó desde el primer día desde que se abrieron las puertas el primer día y posiblemente el trabajador más importante de nuestro equipo: Jose Antonio Balastegui. Porque un restaurante sin un buen chef es como un cuerpo sin alma.

Pero su despedida no queríamos hacerla de cualquier manera, porque sólo podía ser “a lo grande”.

Un poquito de historia: Corría el año 1984 cuando Antonio Martínez, propietario del bar Alicante (Primado Reig, 121) decide embarcarse en el proyecto de abrir un restaurante e invita a Jose Antonio Balastegui a sumarse al proyecto, al que conocía de haber trabajado juntos en el Hotel Azafata (Manises, año 79).

En Mayo del 85 consiguen abrir las puertas de su sueño: El Gastrónomo, ofreciendo una cocina tradicional pero elaborando también algunos internacionales como el steak tartare o los crepes suzette que pronto se convertirían en un clásico y que han hecho que este restaurante sea cada día más grande.

Poseedor de un recetario de cocina tradicional infinito en sus saberes, su buen hacer ha sido clave en nuestra historia: acertar siempre el punto a los arroces, dominar la plancha como nadie, elaborar los caldos que son el gran secreto para el éxito de un restaurante, sacar las carnes y los pescados en su punto, picar a cuchillo los miles y miles de tártaros que hemos hecho durante todos estos años. Y lo más importante y damos fe de ello, que ha sido el más feliz del mundo haciendo todo ello en los fogones de esta casa, y cuando uno es feliz haciendo lo que hace, se transmite.

Al frente de la cocina de El Gastrónomo se queda Isaac Marín, quien ha estado durante años aprendiendo todos los secretos de su maestro. El equipo de cocina lo completan Mario Zinola, Juany Puerta y Rosa Del Coso.

“Gracias por todo lo que nos has dado y enseñado y enhorabuena por conseguir el sueño que todos aspiramos a conseguir: disfrutar de la vida las 24 horas del día. Damos fe que ¡te lo has ganado!. Mucha suerte en esta nueva andadura que comienzas, te vamos a echar de menos.

Cena espectacular con Carmelo Rodero

Por fin cumplimos un sueño. Hace unas noches, uno de los bodegueros a los que más admiramos estuvo, por primera vez en público en Valencia, presentando y explicando los vinos que unos pocos privilegiados pudimos degustar junto a unos platos elegidos para la ocasión. Carmelo Rodero desveló lo que ya sospechábamos: la fórmula para el éxito empieza por algo tan importante como hacer bien las cosas, y hacerlas con pasión. Una máxima que en El Gastrónomo aplicamos día a día, siempre con la intención de seguir creciendo y mejorando. Seguramente por eso empatizamos tanto con una bodega como la que presentábamos en esta exclusiva cena.

 

Queremos destacar la humildad de Carmelo, que no dudó en reconocer sin problemas que se crió entre campos, y tras muchos años trabajando como viticultor para Vega Sicilia decidió empezar con su propio vino. Y la decisión fue más que acertada. Nos contó que gracias a sus hijas, que hoy trabajan mano a mano con él, han podido seguir evolucionando y creciendo. Una empresa familiar que quiere seguir siéndolo a pesar de su expansión. Una marca que destaca por sus vinos naturales, sin presencia de herbicidas ni sustancias químicas en sus plantas.

José Javier Martínez, propietario y gerente del restaurante, destacó su entusiasmo presentando la velada una vez Mara Ferrandis y Tavi Asenjo concluyeron su amenizaje musical. “Los vinos de Carmelo se defienden solos. Creo que vais a hacer un viaje apasionante en las tres últimas añadas. Al principio veréis mucha juventud que poco a poco darán paso a más complejidad y de expresión en sus vinos”.

El primero de los caldos que acompañaba un revuelto de setas y ajo negro con láminas de foie y sepionet en su tinta con habitas tiernas de temporada. Para ello descorchamos un Carmelo Rodero de nueve meses 2016, tempranillo cien por cien en barrica de roble francés. El propio Carmelo nos explicó que el éxito principal depende de la materia prima, de la uva. “Las uvas de calidad son fundamentales. Utilizamos cepas jóvenes para este vino. Lo mejor de la vida de una cepa está entre los 25 y los 50 años y tratamos de hacer vinos con longevidad, de manera que se mantengas muy largos en la boca”, nos desveló.

Nuestro plato estrella, el steak tartare, merecía un Crianza 2015, tempranillo al 90 por cien con un diez por ciento de sauvignon. Es aquí donde descubrió otra de las características de su bodega. “ Nosotros nunca utilizamos una barrica más de dos años. Creemos que es fundamental para la calidad de los vinos”. Sobre este caldo en cuestión, añadió que presentaba “frescura y longevidad. Es un vino joven. Planté el cabernet con base de piedra de río. Me dijeron que en el Penedés, en tierra firme, funciona de maravilla, pero en mi zona había que adaptar así que hice totalmente lo contrario. Y salió bien”.

Dentro de la masterclass que nos dio a todos, comentó que “los defectos hay que detectarlos en el proceso olfativo”. Nos contó la importancia de un buen corcho. “Un corcho de calidad, no sintético, puede llegar a costar más de un euro la unidad, así que imaginaos que esfuerzo tenemos que hacer para que al cliente le llegue la máxima calidad, porque, que nadie se equivoque, la función del corcho es tan importante como la de la barrica que comentábamos anteriormente”.

Y llegó la sorpresa. Si la cena ya de por sí era exclusiva con el último de los vinos se convirtió en un evento todavía más especial. El propio Carmelo nos trajo de su propia bodega uno de sus mejores caldos: un Reserva 2014, 90 por cien tempranillo y un diez por ciento de cabernet Sauvignon, crianza de 21 meses en roble francés. Un defecto burocrático de forma provocó que todavía no se pudiera comercializar, pero los allí presentes lo disfrutamos junto a nuestro guiso de bogavante y rape estilo albufera y sí, con el postre que consistía en un ganache de chocolate sobre velo de azafrán, lo que supuso un maridaje tan adecuado como especial y original.

Volvieron Mara Ferrandis y Tavi Asenjo al escenario para seguir amenizando la velada con sus canciones, y nosotros solo pudimos sentir orgullo y satisfacción por dos motivos: habíamos cumplido un sueño, teniendo a Carmelo Rodero en El Gastrónomo en un evento especial, y nuestros clientes salían con la mejor de sus sonrisas. ¿Qué más se puede decir? Un sueño hecho realidad.

*Incluimos pinchando en el nombre el post que publicó el mismo jueves La Marquesa Magazine.

Vendimiando con Rafael Cambra

“Vendimiar es el trabajo más primitivo y humano. Antes incluso de que el hombre aprendiera a cultivar ya era recolector, y frugívoro antes que carnívoro”.

 Extraído del libro «Todo esto te daré» de Dolores Redondo. 

El pasado 5 de octubre hicimos una escapada al corazón de la Denominación de Origen Valencia, Fontanars dels Alforins, donde habíamos quedado con Rafael Cambra para que nos contara sus proyectos en marcha y los sueños que están por venir.

Después de visitar la nave y explicarnos su trabajo de bodega (estaban prensando el forcallà de este año) nos marchamos al campo, a la parcela de la variedad arco de la cual hace el vino Casa Labor y allí nos encontramos a la simpática cuadrilla de vendimiadores trabajando.

Cuenta con 25 hectáreas de viñedo entre propiedad y arrendamiento, de las cuales elabora unos 100 mil kilos de uva. Viñedo rodeado de otros cultivos como son el cereal, el olivo y el almendro.

Apuestan por una viticultura lo menos intervencionista posible, así como por las variedades autóctonas de la zona como son la monastrell, arco, forcallá, además de las foráneas como la cabernet sauvignon y cabernet franc, que se han adaptado muy bien a esa zona.

Los vinos de esta zona reflejan esa calidez y ese sol que tiene el mediterráneo a través de esa fruta roja de color intenso, pero también esa frescura que da la altitud de la sierra de la umbría.

A Rafa le gusta decir que son una bodega de garaje, con los medios bastante limitados, pero dónde lo más importante es la calidad de la uva. Pero tiene en proyecto la construcción de una modesta bodega entre los viñedos de la cabernet franc y cabernet sauvignon. Quizás algún día hablemos del “vino de pago” de Rafael Cambra pero de momento, y con los medios que tiene, está haciendo las cosas más que bien en la terra dels Alforins.

 

 

 

El crepe suzette, nuestro showcooking de siempre

En esta ocasión queremos explicaros cómo elaboramos uno de nuestros postres estrella y que más gusta a nuestros clientes, el crepe suzette. Rematar una buena comida o cena con un toque dulce es muy placentero y para nosotros muy importante para que vuestra experiencia sea completa.

Aunque es cierto que hay diferentes teorías sobre su origen, si atendemos a lo que nos cuenta la wikipedia la historia más difundida explica que el Príncipe de Gales pasaba habitualmente el invierno en la Costa Azul francesa, en Montecarlo. Un día, en compañía de un grupo de personas fueron a comer.

Mientras el maitre preparaba los crepes para el postre, se derramó e incendió por descuido el licor de mandarina que había cerca. El asustado maitre probó el resultado y tenía buen sabor, por lo que animosamente, los sirvió doblados dos veces y los presentó como nueva creación. El mismísimo Príncipe de Gales quedó entusiasmado y aunque el maitre los bautizó como «Crêpe Princesse», el príncipe decidió otro nombre en honor de la niña de uno de los acompañantes, cuyo nombre supuestamente era Suzette. Otra teoría data la efeméride en 1896, unos cuantos años antes, y los historiadores están divididos en cuanto a su origen.

En todo caso hay diferentes maneras de elaborarlo y es un plato que nos encanta porque se prepara delante del cliente. Se flambea y eso genera una situación expectante entre nuestro equipo y los comensales. Es el postre clásico que llevamos preparando desde que abrimos hace treinta y dos años y ofrecemos la opción de combinarlo con un poco de helado de vainilla.

Ingredientes y elaboración

Para hacer las pastas de los crepes utilizamos harina, azúcar, huevo, leche y rayadura de limón. Los separamos y pasamos al momento que más gusta a nuestros clientes. Calentamos el azúcar a fuego medio hasta que se funda en la sartén y añadimos un poco de mantequilla.

Lo mezclamos bien. Es en este momento cuando añadimos el zumo de naranja. Lo dejamos un momento hasta añadir un chorrito de licor Grand Marnier y dejamos que se reduzca ligeramente.

Seguimos a fuego medio cuando añadimos los crepes, doblados, a toda la mezcla. Es importante darles la vuelta antes de añadir el licor triple y flambear, moviendo la sartén.

Lo servimos con la opción de acompañar con helado de vainilla.Y ya está listo para comer.

Valencia, tierra de arroces

Este año hemos querido seguir muy de cerca la evolución del cultivo del producto valenciano por excelencia: el arroz. A veces por cercanía no prestamos atención a este fenómeno de gran belleza que es el cultivo de este cereal tan nuestro.

Para ello hemos visitado los campos en Sollana en varias ocasiones para seguir el proceso que una vez concluido nos proveerá durante todo el año. También hemos aprendido a diferenciar las distintas variedades que cultivan: bomba, sénia, albufera, carnaroli….

Valencia ha sido la cuna del cultivo arrocero en España y su introducción se atribuye a los árabes en el siglo VI. Este espíritu de reservar el cultivo del arroz únicamente a las zonas pantanosas, donde otros cultivos no son posibles, ha perdurado hasta nuestros días.

El Parque Natural de La Albufera, de gran valor ecológico y medioambiental por ser lugar de paso para muchas aves migratorias, tiene una extensión de 21 mil hectáreas, de las cuales en 14 mil de ellas se cultiva este cereal produciendo 120 millones de kilos de arroz, lo que supone el 10% de toda España.

Llegados a inicios del mes de septiembre, la espiga ya ha crecido y es el momento de la recolección. Antiguamente se iba segando a mano con una hoz; hoy en día son las máquinas las que hacen este trabajo tan costoso en mucho menos tiempo. Ya en el “sequer” se procedía al trillado, que consistía en separar el grano de arroz de la espiga.

Por último llega el momento de secar y almacenarlo. Para ello nuestro proveedor lo traslada a sus naves de Segorbe, donde el clima es mucho más apropiado: mucho mas seco que en Valencia. Es muy importante el secado del arroz. Si no se realiza correctamente puede derivar en un proceso de fermentación que lo compactaría estropeándolo.

Llega el momento de molerlo, el último proceso para que el arroz llegue a vuestra mesa. Consiste en separar la cáscara del grano. Una vez retirada esta, queda un grano de un cierto color pardo. Este es el denominado hoy en día arroz integral. A este grano todavía se le ha de quitar una primera capa, rica en vitaminas pero también en almidón. Una vez pulido ya obtenemos ese grano de arroz de color blanco.

Ya solo falta fuego lento y mucho cariño para disfrutar de un buen arroz en El Gastrónomo.